Quisimos seguir la estética de la primera parte, es decir, el barroco tenía que seguir presente en la sesión de fotos pero en esta ocasión preferimos hacer las fotografías en el exterior. Cierto es que el frío y el viento hacían difícil posar relajada pero Nuna lo hizo a la perfección. La luz que lucía en la fachada de la bodega de Heretat Sabartés y los poquitos rayos de sol que entraban en el interior… eran perfectos para la editorial.Un vestido de encaje blanco de Pronovias que marcaba la silueta de nuestra modelo, fue el escogido. Aunque era un vestido de palabra de honor, se acompañaba con un crop top de encaje que simulaba el efecto tatuaje tan de moda esta temporada. Para este vestido con un toque más clásico, el equipo de Studio Floral quiso darle un toque más informal con un ramo eco silvestre más informal que nos dejó a todos con la boca abierta. Sin duda, un gran acierto por su parte, adornar una pequeña mesa de madera antigua de la abuela de la familia con unos jarrones y unos candelabros dorados y unas rosas rosadas que desprendían un olor increíble. Un maquillaje natural y en tonos claros junto con el pelo suelto con ligeras ondas al viento era perfecto para lucir sencilla gracias a  Blue01Stylist.

La esencia de cada estancia, de cada rincón, de cada detalle… fue retratada por el equipo de Sublim Fotografía.